Este MOOC está llegando a su final y he de decir que ha sido una experiencia muy satisfactoria. El desarrollo de la metodología ABP es un gran reto para muchos docentes, pero estoy seguro que este curso nos ha dado todas las herramientas para poder planificar e implementar este método de aprendizaje.
En la última tarea toca reflexionar sobre las causas y los cambios que se deben producir en un centro educativo para que sea un espacio óptimo para la realización de este tipo de proyectos de aprendizaje.
Actualmente este tipo de metodologías no se suelen realizar en mi Centro, así que ahí va mi reflexión:
- En primer lugar, y según he podido comprobar durante el curso, es necesario que el profesorado tenga ciertos conocimientos sobre los pasos que se deben dar para el desarrollo de un proyecto en el aula, y sobre todo, el cambio de enfoque metodológico que es necesario para que el ABP sea llevado a cabo con éxito.Y no sólo el profesorado, los alumnos son el foco de este método de aprendizaje y debemos desde el primer momento hacerlos partícipes en las decisiones y en cada una de las fases que incluya el proyecto. Considero que el alumnado de Formación Profesional tiene unas características muy concretas que ayudan a que durante el desarrollo del proyecto, el aprendizaje sea muy significativo.
- Son necesarias también ideas de proyectos que conecten con el alumnado. Creo que debemos conocerlos primero, descubrir sus motivaciones, sus deseos de aprendizaje, etc. para, desde ese punto de partida y teniendo en cuenta los resultados de aprendizaje que deben alcanzar, plantearles un proyecto ilusionante y motivador.
- Otro punto importante para que se propongan proyectos conjuntos, es crear espacios y tiempos de coordinación y colaboración entre distintos docentes del Centro. Conocer el currículo de cada uno de los módulos que imparten otros profesores para que surjan ideas con las que poder implementar proyectos conjuntos.
- Además, lo ideal sería que no solo los proyectos puedan ser desarrollados por parte del equipo docente del Centro, sería muy interesante abrirse a otros organismos, a otros centros educativos, etc. y crear sinergias que permitieran involucrar al alumnado al desarrollo social y cultural del lugar donde se encuentra situado.
En definitiva, es necesario mirar hacia un futuro donde el alumnado esté en el centro del aprendizaje con proyectos que les permitan su desarrollo integral y donde el papel del profesor sea de un guía y orientador del aprendizaje. Para ello el Centro educativo debe facilitar recursos, espacios, etc. y sobre todo permitir que el equipo docente explore junto al alumnado nuevas formas de aprendizaje.
